viernes, 28 de enero de 2011

Heracles-11º Trabajo-Robar las manzanas de oro del Jadín de las Hespérides


En la mitología griega las Hespérides eran las ninfas que cuidaban un maravilloso jardín en un  lejano rincón del occidente, situado según diversas fuentes en las montañas de Arcadia en Grecia, cerca de la cordillera del Atlas en Marruecos, o en una distante isla del borde del océano.

El atardecer

Según diferentes fuentes, había tres, cuatro o incluso nueve hespérides, pero normalmente se consideraba que eran tres, como las demás tríadas griegas (las Cárites, las Greas, las Gorgonas y las Moiras). Algunos de sus nombre eran Egles, Aretusa,

Aretusa huyendo de Alfeo

 Eritia, Hesperia, Héspere, Hestia y Hesperetusa. A veces se las llamaba Doncellas de Occidente, Hijas del Atardecer o Diosas del Ocaso, aparentemente aludiendo a su imaginada situación en el lejano oeste.

El Jardín de las Hespérides es el huerto de Hera donde un único árbol daba manzanas doradas que proporcionaban la inmortalidad. El manzano fue plantado con fruta que Gea había dado a Hera como regalo de su boda con Zeus.
Las Hespérides cuidadoras del jardín, a veces recolectaban la fruta para si mismas. Como no confiaba en ellas, Hera también dejó en el jardín un dragón de cien cabezas llamado Ladón que nunca dormía, como custodio añadido.

Ladón
Aunque se suponía que Heracles sólo había de realizar diez trabajos, Euristeo no quiso contar aquellos en los que fue ayudado o pagado, por lo que le fueron encomendados dos más. El primero de estos (el undécimo en total) fue robar las manzanas de las hespérides. Para ello Heracles capturó primero a Nereo, el dios del mar que cambiaba de forma, para averiguar donde estaba situado el jardín.

Llegando finalmente al jardín de las hespérides, Heracles consiguió adormecer al dragón y convenció a Atlas para que recuperase algunas manzanas de oro ofreciéndose a sujetar el cielo mientras iba a buscarlas (en esta historia Atlas podría tomarlas pues seria el padre de las hespérides). Al volver con las manzanas , Atlas decidió no aceptar la devolución de los cielos, y dijo que él mismo llevaría las manzanas a Euristeo, pero Heracles observó extrañado como Atlas no tenia intención de recuperar de nuevo su lugar  y  le engañó de nuevo pidiéndole que sujetase el cielo un momento para que pudiera ponerse su capa como almohadilla sobre los hombros. a lo que este accedió.Al hacer eso, Atlas soltó las manzanas y Heracles las cogió y desapareció de allí haciendo fracasar los intentos del gigante de desquitarse de su pesada obligación.Atlas era un joven titán al que Zeus condenó a cargar sobre sus hombros los pilares que mantenían la tierra separada de los cielos. Era hijo de Jápeto y la ninfa Clímene

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