domingo, 9 de enero de 2011

Heracles - 5º Trabajo - Limpiar los establos de Augías

Lienzo de Zurbaran. Heracles limpiando los establos de AUGÍAS
(Como se puede apreciar este lienzo tiene las mismas características que el resto de la serie)

 
En la mitología griega Augías era un rey de Élide hijo del dios-Sol Helios y de Naupidame. Otras versiones atribuyen su paternidad a Poseidón, a su hijo Eleo y Eurícide o a Forbante e Hermine.
Se casó con Epicaste, con la que tuvo a Epicaste, Fileo, Agameda, Agastenes y Éurito.

 
Augías formó parte de la expedición de los argonautas, siendo el encargado de intentar convencer a su hermanastro Eetes de que entregara el vellocino de oro voluntariamente. A esta iniciativa se unieron sus sobrinos, agradecidos de que los argonautas les hubieran rescatado tras un naufragio. Pero Eetes no le quiso reconocer como hermano, y los expulsó de su palacio amenazándoles con torturarlos y matarlos.

Por designio de los dioses el ganado de Augías no sufría enfermedades, por lo que logró poseer el mayor rebaño de todo el país. Doce toros que le había regalado su padre Helios defendían al resto de la manada, haciendo que el ganado de Augías tampoco sufriera bajas por las fieras de los alrededores


Eran conocidos sus establos, por que nunca habían sido limpiados hasta que lo hizo Heracles en un solo día en cumplimiento de su quinto trabajo. Euristeo le encargó esta extraña misión con el fin de humillarle y ridiculizarle, pues tal era la cantidad de excrementos acumulados en los establos que era prácticamente imposible limpiarlos en un solo día. Así el gran Heracles vencedor de terribles monstruos y hazañas heróicas, caería humillado ante una tarea tan denigrante. Pero el astuto héroe cumplió su trabajo abriendo un canal que atravesaba los establos y desviando por él el cauce de los ríos Alfeo y Pene, que arrastraron toda la suciedad.

Augías montó entonces en cólera, pues había prometido a Heracles regalarle una parte de su ganado si realizaba la misión en un solo día. Se negó a cumplir su promesa alegando que el trabajo lo habían realizado los ríos, y cuando el testimonio de su hijo Fileo convenció a los jueces para que le dieran la razón a Heracles, Augías le desterró del reino. Euristeo por su parte tampoco consideró el trabajo como uno de los diez, ya que Heracles había sido contratado por Augías.

Heracles abandonó Élide y buscó alianzas entre los príncipes de toda Grecia para atacar a Augías, pero fue derrotado por los moliones, que matáron a su hermano Ificles. Los Corintios, aliados de Heracles, proclamaron entonces la tregua ítsmica, ante las numerosas bajas que el ejército de Augías estaba provocando.
Tres años mas tarde, Heracles aprovechó que los eleos estaban celebrando un festival en honor a Poseidón para tender una emboscada en la que mató a los moliones y a Éurito, hijo de Augías, dejándole así sin sus mejores generales. Posteriormente volvió a reclutar otro ejército entre las ciudades del Peloponeso y con él saqueó la Élide y mato a Augías, poniendo al desterrado Fileo en el trono de su padre. Para celebrar la victoria, Heracles instauró los famosos "JUEGOS OLÍMPICOS"  

La historia de las competencias deportivas masivas, se remonta varios siglos atrás, donde los principales ejemplos los encontramos en la antigua Grecia.
En sus principales ciudades, tales como Corinto, Delfos o Argólida, se organizaban eventos atléticos en honor de los dioses, sin embargo, los más importantes eran los que se celebraban en honor del dios Zeus en la ciudad sagrada de Olimpia, (una pequeña población en la parte noroeste de la península del Peloponeso, a unos 300 kilómetros de Atenas) cada cuatro años durante el verano.
Así, los Juegos Olímpicos nacieron en el 776 a.C., y durante cerca de tres mil años fueron el marco de competencias en las que participaban atletas de todas partes de Grecia y en las cuales siempre reinaba la paz, pues aunque existiera guerra en el momento que se efectuaban los juegos, se imponía una tregua entre los contendientes para no interferir en la realización de la olimpiada.
En sus primeros años, esta justa fue realizada mediante una sola competencia: una carrera de aproximadamente 190m en las inmediaciones de la ciudad. Pero con el paso del tiempo, los antiguos griegos decidieron añadir más disciplinas, como las carreras de distancia, la lucha y el pentatlón (en éste se combinaban el salto de longitud, el lanzamiento de jabalina y disco, así como carreras de velocidad y lucha).
Personas de todos los rincones del territorio griego asistían a ver las competencias, y se instalaban en tiendas de campaña en los alrededores de Olimpia y la ciudad vecina Élide. Entre los espectadores siempre podía contarse a políticos y autoridades de alto rango que aprovechaban la ocasión para concertar alianzas entre las ciudades, o comerciantes que vendían de todo, también a artistas y poetas que participaban en los festejos nocturnos o actuaban en los espacios públicos; así como a espectadores comunes que llenaban el estadio para ver las competencias.
En aquellos antiguos juegos participaban solamente hombres libres que hablaran griego, y las mujeres, tenían estrictamente prohibido intervenir. A tal grado existía la restricción, que aquellas que se atrevieran a contravenir esta disposición podían ser castigadas incluso con la muerte si se les descubría en los juegos. Sin embargo había competencias de carrera para mujeres, las más famosas eran las que se llevaban a cabo en el estadio Olímpico en honor de la diosa Hera.
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