Hija de Gea y Urano (Tierra con Cielo).
Un fragmento de Píndaro cuenta que las Moiras* estuvieron presentes en las nupcias de Zeus y Temis, y que de hecho brotaron con Temis de los manantiales del Océano que circundaba el mundo, y le acompañaron por el brillante camino solar a ver a Zeus en el Olimpo.
Metis concibió con Zeus a las Horas: las encarnaciones de la oportunidad- la rectitud del Orden desplegándose en el Tiempo- y a Astrea.
Temis, la del "buen consejo", era la encarnación del orden divino, las leyes y las costumbres. Cuando se le hace caso omiso, Némesis trae el justo y colérico castigo. Temis no era colérica: ella, "la de preciosas mejillas", fue la primera en ofrecer a Hera una copa cuando volvió al Olimpo afligida por las amenazas de Zeus. Temis presidia la correcta relación entre hombre y mujer, la base de la familia legítima y ordenada, y la familia era el pilar del dimos. Los jueces eran a menudo llamados themistopoloi, "sirvientes de Temis". Tal era la base del orden en el Olimpo también. Hera se dirigía a ella como "Señora Temis".
Fue la diosa de la Justicia en la mitología griega.
En la Ilíada, Temis aparece como asesora de Zeus, el dios de dioses. En los primeros tiempos de la humanidad se consideraba que Temis tenía la potestad de dictar sentencias a los dioses. La facultad divina de formular las sentencias, atribuída a Temis, lleva a darle a sus resoluciones el nombre de Temitas, es decir el plural del nombre de la diosa que representaba la justicia.
Temis aconsejando a Egeo
Vivió casi siempre en la tierra, pero durante la edad de hierro, llena del espanto que le causaron los crímenes que se cometían, se trasladó al cielo donde ocupó el lugar del zodiaco llamado Virgo.
Un fragmento de Píndaro cuenta que las Moiras* estuvieron presentes en las nupcias de Zeus y Temis, y que de hecho brotaron con Temis de los manantiales del Océano que circundaba el mundo, y le acompañaron por el brillante camino solar a ver a Zeus en el Olimpo.
Metis concibió con Zeus a las Horas: las encarnaciones de la oportunidad- la rectitud del Orden desplegándose en el Tiempo- y a Astrea.
Temis, la del "buen consejo", era la encarnación del orden divino, las leyes y las costumbres. Cuando se le hace caso omiso, Némesis trae el justo y colérico castigo. Temis no era colérica: ella, "la de preciosas mejillas", fue la primera en ofrecer a Hera una copa cuando volvió al Olimpo afligida por las amenazas de Zeus. Temis presidia la correcta relación entre hombre y mujer, la base de la familia legítima y ordenada, y la familia era el pilar del dimos. Los jueces eran a menudo llamados themistopoloi, "sirvientes de Temis". Tal era la base del orden en el Olimpo también. Hera se dirigía a ella como "Señora Temis".
Fue la diosa de la Justicia en la mitología griega.
En la Ilíada, Temis aparece como asesora de Zeus, el dios de dioses. En los primeros tiempos de la humanidad se consideraba que Temis tenía la potestad de dictar sentencias a los dioses. La facultad divina de formular las sentencias, atribuída a Temis, lleva a darle a sus resoluciones el nombre de Temitas, es decir el plural del nombre de la diosa que representaba la justicia.
La concepción de la potestad a juzgar, idealizada y sublimada así, tuvo de antaño, por base, la generalizada creencia en un orden supremo, influido totalmente por el espíritu divino, que sólo permitía la vida social según principios justos.
Temis aconsejando a Egeo
Vivió casi siempre en la tierra, pero durante la edad de hierro, llena del espanto que le causaron los crímenes que se cometían, se trasladó al cielo donde ocupó el lugar del zodiaco llamado Virgo.
* Personificación del destino. Vestidas con túnicas blancas, su número terminó fijándose en tres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario